El senador Dal Molin habló de la refinanciación de la deuda y dijo que sería su último cargo electivo

El senador provincial Rubén Dal Molin visitó este jueves los estudios de RADIO CHAJARI. En ese marco, refirió al endeudamiento que años atrás asumió la provincia, con el objetivo de pagar deuda, al igual que algunos municipios. Por entonces, Dal Molin formaba parte del gobierno local.

“Los municipios tenían obligación de hacer obra pública o invertir ese dinero. Se hizo 9 de Julio y se compraron maquinarias (…) en el marco de recupero se pagaba el crédito”, recordó, destacando que “con buen tino” el intendente Pedro Galimberti cancelo la deuda durante su gestión. Estas declaraciones del senador están relacionadas a las que hiciera recientemente el intendente de Federación, Ricardo Bravo, por la deuda que contrajo su municipio por entonces, bajo la intendencia de Carlos Cecco.

Sobre la deuda en cuestión, el legislador señaló que “la provincia pagó 120 millones de dólares el año pasado y 120 millones de dólares este año. Eso la está ahogando (…) A las deudas hay que honrarlas. No podemos mirar para atrás. Ingresó ahora una nueva ley de sostenibilidad de la obra púbica, donde el gobierno provincial pide autorización para emitir bonos, 500 millones dólares (…) pagar lo que debemos refinanciar (…) y volcar a la obra pública lo que sobra. Este marco de financiación incluiría a los municipios. Federación estaría incluido”, apuntó.

“Estamos en un delicado equilibrio”, admitió, señalando que hay municipios que están más ordenados que otros. “Parte de la renegociación de la deuda tiene que ver con esto”, acotó.

Sobre la herencia que tienen los distintos gobiernos, repasó la recientemente aprobada ley de transparencia, mediane la cual se establecen las condiciones de traspaso meses antes de concluir una gestión.

También refirió a un tema latente, como la emergencia en discapacidad. “Hay que encontrarle una salida”, afirmó y opinó sobre el convenio firmado entre la UADER y la LLA (La Libertad Avanza); “Las universidades son entes autónomos (…) No estoy de acuerdo con ningún adoctrinamiento, ni de derecha ni de izquierda. A mí, mis profesores, si hubo ideas, me contaban la dos posiciones”, apuntó.

Perpetuidad

“No me gusta a mí la perpetuidad”, sorprendió Dal Molin, teniendo en cuenta que su carrera política incluyó su función como concejal y secretario de Gobierno en Chajarí y dos períodos como senador. Explicó que es posible que este sea su último cargo electivo. “Uno cumple etapas. Lo único que vine a hacer acá (al medio de comunicación) en estos cuatro años, es a traer malas noticias. ¿Creen que votarán a alguien que trae malas noticias?”, preguntó.

También dejó en claro que su mayor satisfacción estuvo en la función que desarrolló en el municipio de Chajarí. “Me siento muy feliz haber sido concejal, secretario de Gobierno y senador, pero más me gustó estar acá”. Al respecto, entendió que se logró “un municipio con superávit y un 30 por ciento de inversión pública y unidad de negocios claras -está mal decirlo así-, que no genere pérdidas, sino recursos y que le transformen la vida a la gente: pavimento, viviendas (…) tenemos que hacer un parque solar, una empresa de gas y hay que comprar una planta de pavimento”, mencionó sobre su ideal para una gestión municipal.

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