Fue una sesión en la que se abordó una agenda sensible: leyes jubilatorias, la reactivación de la moratoria y la emergencia en discapacidad. El marco.

La sesión del Senado de la Nación de este jueves fue una puesta en escena para ver hasta dónde los gobernadores están dispuestos a dar una pelea con la administración central en el marco de una tensión con Javier Milei. El Presidente denunció a “todos” los mandatarios por pretender fundir al país cuando reclaman la coparticipación de impuestos a los combustibles y los ATN en un escenario de recorte de coparticipación y una recaudación a la baja que ahoga a las provincias poniéndolas en peligro de no poder hacer frente a los salarios, según comentaron intendentes que se reunieron este martes con Rogelio Frigerio.

La sesión fue, también, una ratificación del nuevo dispositivo electoral: el frente integrado por el PRO y La Libertad Avanza. Esto podría leerse, en el plano identitario, como la desaparición del voto macrista. El amarillo se funde en el violeta. Frigerio trabaja para replicar esa fórmula en Entre Ríos.

El Gobernador jugó para Milei en una jornada de agenda sensible. Los senadores Alfredo De Angeli y Stella Olalla se ausentaron en el recinto donde se trató y se aprobaron las leyes jubilatorias, la reactivación de la moratoria (que permite a las personas sin los 30 años de aportes comprar los saldos faltantes para acceder al haber mínimo) y la emergencia en discapacidad. Este jueves, en la explanada de Casa de Gobierno, hubo expresiones en favor de la ley de discapacidad.

El Senado aprobó un aumento del 7,2% en las jubilaciones y la suba del bono de 70 a $110 mil, que se actualiza por inflación. La senadora de La Cámpora, Stefanía Cora, fue una de las que tomó la palabra y advirtió que “el Estado está en deuda” y que el texto “pone requisitos claros y exige auditorías”. Nota al pie: el sistema de votación se cayó cuando se estaba por votar.

Milei trabajó -a su estilo, insultando a quienes les pide los votos- para que se caiga la sesión, pero el peronismo con un grupo de radicales y senadores de partidos provinciales obtuvieron los dos tercios, el número que se requiere para hacer caer el veto que ya anunció el Presidente y judicializará.

El Congreso se encamina a reformular su correlación de fuerzas. En el Senado, el Gobierno decidió apuntarle todos los cañones a la vicepresidenta, Victoria Villarruel. Fue la ministra Patricia Bullrich, quien la acusó de “cómplice del kirchnerismo” por haber permitido que el cuerpo que preside sesionara.

Los gobernadores, el Presidente y el valor del dólar marcarán el destino de la política.

(Foto: El Once)

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