En Federación y Chajarí, dos vidas se perdieron trágicamente en siniestros viales ocurridos la semana pasada . Un adolescente de solo 15 años y una mujer de 34 años, ambas con sueños, proyectos y familias que hoy enfrentan un dolor irreparable.

Estas tragedias nos conmueven profundamente y nos recuerdan que la seguridad vial es una responsabilidad que nos involucra a todos: conductores, peatones y autoridades. No se trata solo de cumplir normas, sino de proteger vidas humanas que pueden salvarse con respeto y precaución.

La imprudencia, el exceso de velocidad, el consumo de alcohol o sustancias y la falta de elementos de seguridad siguen siendo causas evitables que nos cuestan demasiado caro.

Por eso, hacemos un llamado urgente:

A la sociedad: respetemos las señales, manejemos con responsabilidad y cuidémonos entre todos

A las autoridades: intensifiquen controles, mejoren la infraestructura vial y promuevan campañas de educación vial constantes y efectivas.

Cada vida perdida es un dolor irreparable y una oportunidad para cambiar

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